La isla es un paraíso natural que ofrece fiestas animadas, por lo que los viajes a Phuket te permiten tanto montar en elefante como bailar toda la noche bajo la luz de la luna.

Su extensión aproximada de 48 kilómetros de largo y 21 de ancho hace que Phuket sea una isla lo suficientemente amplia como para explorar innumerables rincones, aunque también es lo bastante reducida como para transmitir esa sensación esencial de isla tropical. Phuket cuenta con extensas e interminables playas de exquisita arena blanca, bañadas por cálidas aguas cristalinas y rodeadas de bosques vírgenes, es decir, es la verdadera esencia del Sudeste Asiático.

Sin embargo, la isla es mucho más que un paraíso natural, ya que dispone de numerosos hoteles de lujo, restaurantes increíbles, mercados concurridos y discotecas abarrotadas que atraen a turistas de todo el mundo. En los viajes a Phuket se puede oír el dicho local «mai pen rai», que significa «no te preocupes» y que sintetiza la actitud del lugar.

La mayoría de las actividades turísticas de la isla se concentran en la costa occidental, donde encontrarás una gran diversidad de playas únicas que abarcan desde la playa iluminada por luces de neón de Patong a la playa Kamala, más adecuada para familias. Si deseas disfrutar de un lugar de mayor quietud y tranquilidad, escápate a algunas de las playas más recónditas, como las de Kata Noi o Laem Singh. Estos dos parajes son idóneos para descansar y relajarse.

La mejor forma de desplazarse por Phuket son los tradicionales «tuk tuk». Aunque alquilar un coche es posible, la imposibilidad de encontrar aparcamiento y la forma de conducir de los lugareños —en ocasiones, desconcertante— puede ocasionar más problemas de los necesarios.

Dado que el encanto natural de zona es abrumador, muchas de las personas que realizan viajes a Phuket dedican el día a practicar actividades animadas. Phuket tiene distracciones para todos: desde senderismo por la costa hasta esnórquel, surf y natación, además de motos acuáticas y paravelismo para los más atrevidos.

Alquilar un barco también es una buena forma de pasar el día, al igual que embarcarse en un crucero de pago para visitar las islas cercanas. Existen dos espacios de especial fama por haber sido escenario de películas conocidas: las islas Ko Phing Kan, que aparecen en la película «El hombre de la pistola de oro», estrenada en 1974, y las islas Phi Phi, más conocidas por haber sido el lugar de rodaje de «La playa», estrenada en el año 2000.

Los viajeros que deseen entrar en contacto con la cultura tailandesa pueden visitar la gran escultura de Buda o el monasterio budista Samnak Song situados en la playa Nai Harn. Recuerda que debes vestir de forma decorosa cuando vayas a visitar un lugar religioso. Al atardecer, da un paseo hasta el cabo Promthep para disfrutar de unas vistas magníficas de la puesta de sol: el final perfecto para otro día perfecto en Phuket.